martes, 29 de julio de 2014

Ophrys apifera



Si hay algo que no podemos negar, es el reflejo de la evolución de las especies en, en esta bella orquídea, cuyo nombre hace alusión a la forma de sus flores.

Se trata de una planta verde con tallo de 20 a 50 cm.

La parte subterránea está constituida por dos tubérculos subglobosos.

Las hojas están dispuestas en roseta basal, en numero de 3 a 4, son de ovales a lanceoladas, de 12 a 15 cm de longitud. Hojas caulinares envainantes de menor tamaño que la roseta.

La inflorescencia es laxa con 4-12 flores.

Las flores tienen las brácteas más largas que el ovario, foliosas y estrechamente lanceoladas y de color verde grisáceo. Los sépalos, oblongo-ovalados, cóncavos, acuminados, de 12x5 mm, de color variable, aunque habitualmente rosa, pudiendo variar entre el blanco y el rosa púrpura, con una nervadura central en verde. El sépalo central, más o menos inclinado hacia atrás al final de la floración. Pétalos muy pequeños, de 1-3 x 1 mm, de color verde a rosado y forma estrechamente triangular, de bordes enrollados. Labelo de color marrón oscuro, y lóbulos laterales triangulares o cónicos, en forma de cuernos, dispuestos perpendicularmente al plano del labelo y cubiertos de pelos marrones.

 
Lóbulo central convexo, de 9x8 mm, replegado hacia abajo en la parte distal, donde desarrolla un apéndice verde-amarillento, oculto en vista frontal por el labelo. Mácula variable, generalmente en forma de U abierta o de estribo, o bien de H, con los bordes amarillos o blanquecinos, ocasionalmente con alguna mancha amarillenta o blanquecina en el ápice.. Cavidad estigmática amplia, flanqueada por dos manchas de color negro brillante (pseudo-ocelos), que sobresalen ligeramente. Polinios con caudículos largos, que se doblan al menor golpe de viento, depositando los polinios sobre el estigma

Florece de abril a junio.

Se distribuye por Europa central, llegando a las islas británicas y prácticamente todo el Mediterráneo. Es una especie que puede llegar a ser localmente abundante.

Es imágenes, se tomaron en la costa de Zumaia el 12 de junio de 2014.

Se encuentra en prados, ribazos y claros de bosque, desde el nivel del mar a los 1200 m.

 

Fuentes:

- Varios; 2001; "Orquídeas Silvestres de la Comunidad Valenciana"; Ed. Generalitat Valenciana-Consellería de Medio Ambiente.

- Aizpuru, I et al.; 1999; Claves Ilustradas de la Flora del País Vasco y Territorios limítrofes, 1ª Ed; Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco-

- Delforge, P.; 1988; “Orchids of Europe, North Africa and the Middle East”; Ed. Timber Press; Ed 2006

sábado, 19 de julio de 2014

Serapias cordigera L.


Generalmente entre 15 y 40 cm de alta. Suele tener de 4 a 9 hojas, linear-lanceoladas, acanaladas y en forma de quilla. Hacia arriba, de 1 a 2 hojas con forma de bráctea, abrazadas. La base del tallo y las hojas tienen tintes rojizos. Las brácteas, anchas, manchadas en púrpura ligeramente más cortas que el casco. La inflorescencia es oscura, de forma ovoide, densa y corta con 3 a 10 flores, el casco con las venas en púrpura-gris claro en el exterior y rojo muy oscuro en el interior a veces en disposición horizontal con la punta ligeramente torcida. Los sépalos, de 20-28 mm, aquillados, fusionados en forma de quilla, los pétalos, más cortos, subulados con la base orbicular y de color púrpura violáceo, de 6 a 9 mm de anchos; el labio, mucho más largo, 30-42 mm de marrón rojizo a púrpura negruzco, con una zona densa de pelos largos púrpura, hacia el centro del hipoquilo y y dos callosidades divergentes en la base del hipoquilo, brillantes, de púrpura negruzco en la base; epiquilo ampliamente en forma de acorazonada a orbicular o lanceolada, usualmente cubriendo parte del hipoquilo y casi tan ancho como él, colgante, de plano a convexo en el centro, con la mitad exterior a veces ligeramente doblada hacia abajo y hacia atrás, polinios en color verde oscuro tintados de violeta. Muy parecida a la especia Serapias lingua, que sólo tiene una callosidad en la base del hipoquilo.

Florece de abril a junio.

Se cría en zonas entre pleno sol y semisombra en prados y lugares herbosos, entre el nivel del mar y los 1.300 m de altitud

Se distribuye por el mediterráneo y el Atlántico.

En la península ibérica, se encuentre por toda la cornisa cantábrica y la zona oeste principalmente.

Estas imágenes fueron tomadas el 12/06/2014, en la costa vasca entre Deba y Zumaia.


Fuentes:

- Delforge, P.; 1988; “Orchids of Europe, North Africa and the Middle East”; Ed. Timber Press; Ed 2006.

- Aizpuru, I et al.; 1999; Claves Ilustradas de la Flora del País Vasco y Territorios limítrofes, 1ª Ed; Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco.

sábado, 5 de julio de 2014

GR 121 DEBA-ZUMAIA. Guipúzcoa.

 
Fecha: 12-06-2014
Participantes: Marianne, Toño, Silvia y Fernando.
Distancia: 14,14 Km.
Tiempo: 3 horas, 45 minutos sin contar descansos.
Dificultad: Media-baja

Recomendaciones: conviene ir provisto de agua suficiente, el calor puede resultar muy traidor. No olvidar llevar un buen calzado de montaña, gorra y protector solar. Llevar traje de baño. No olvidar cerrar las cercas del ganado para evitar que se escapen los animales y respetar las zonas de pasto.

Recorrido: Deba - Ermita de Sta. Catalina - Depuradora - Flysh Sakoneta - Elorriaga - Area de Recreo - Flysh Algorri - ermita de San Telmo - Zumaia.





Acceso: desde la AP-8 que recorre el el país vasco próximo a la costa, tomamos la salida  14 o la 13, y por la N-634, accedemos hasta Deba. Podemos dejar el vehículo en las inmediaciones de la Estación del Euskotren.

 
El tramo del sendero GR 21 que transcurre entre Deba y Zumaia, ofrece al caminante paisajes de gran belleza e interés geológico entre la montaña y el mar. La costa vasca luce una mezcla de colores fundiendo los tonos verdes de la montaña con los azules del mar y del cielo.


Deba ofrece al caminante una playa excelente junto a la desembocadura del río Deba, calles llenas de actividad y gentes encantadoras.

Partiendo de la población de Deba, comenzamos la ruta en las proximidades de la estación del tren. Siguiendo la carretera nacional, llega un punto en las proximidades del cementerio, donde encontramos las señales del GR.121, por una senda que pasa un poco desapercibida. En pocos metros, ascendemos casi 200 metros de altitud. Pasaremos por una casa de campo, y en el punto más elevado nos encontramos con la ermita de Santa Catalina.



Entre bosques de repoblación y prados verdes donde pastan los animales, transcurre la senda en sentido descendente, que nos lleva a pasar junto a unas depuradoras.

 
Sin abandonar la senda y siguiendo las señales, entraremos en lo que fue parte de la vía del Euskotren en otros tiempos. Actualmente es un camino de gran belleza salpicado de vegetación entra la montaña y el mar.

 
Pasaremos por un túnel corto, y en pocos metros, nos encontraremos con un túnel mucho más largo de más de 300 metros aunque se puede pasar sin linterna.

 
 
A la salida del túnel, nos encontramos con las vías del Euskotren, que las dejaremos a a nuestra izquierda. Siguiendo la senda, ascenderemos unos metros, para volver a descender al nivel del mar, justamente hasta la playa de la Sakoneta, donde podemos disfrutar observando la estructura geológica del Flysh calizo. Justo en el flysh, podemos darnos cuenta de que nace agua dulce.




Abandonando la Sakoneta, ascendemos unos doscientos metros, para a partir del punto más alto, seguir un camino suave, que acabará descendiendo hasta el final de la ruta.

Pasaremos por Elorriaga, y poco después por un área de recreo donde hay una fuente, bancos y mesas de madera. Siguiendo la pista, volveremos de nuevo a tomar la senda estrecha que nos llevará hasta la ermita de San Telmo. Se trata de un templo ubicado el un lugar privilegiado en lo alto de formaciones tipo Flysh, con un paisaje de fondo impresionante entre el mar y la montaña.






En esta época, hemos tenido la suerte de encontrar multitud de orquídeas en flor, a las orillas del camino: Serapias cordigera, Ophrys apifera, Anacamptis pyramidalis, …
 
Serapias cordigera

Ophrys apifera

Anacamptis pyramidalis
 
La vegetación es muy variada, pues encontraremos desde los pinares de repoblación de Pinus insignis, hasta los bosque de robles mezclados con frondosas. Todo ello, acompañado de pastos de color verde intenso que alimentan los diversos animales de la explotaciones ganaderas.
 
El otro elemento de gran interés geológico corresponde a los acantilados que conforman la Punta Sakoneta.






En dicho afloramiento se reconocen multitud de "trazas fósiles", que corresponden fundamentalmente a impresiones de reposo, huellas de desplazamiento y galerías de alimentación de diversos organismos que habitaban los fondos oceánicos donde se deposito el Flysch. A pesar de que se pueden reconocer trazas fósiles en muchos puntos entre Deba y Zumaia, la Punta Sakoneta tiene un especial interés de cara a establecer cierta protección por su fácil accesibilidad y porque concentra un número excepcional de ejemplares de diferente tipo.

Fuentes:




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