EL HOYO VERDE-P.N. CALDERA DE TABURIENTE. La Palma

Fecha: 14-10-2010

Participantes: Silvia y Fernando

Distancia: 7,52 km. Ida y vuelta

Tiempo: 5 horas ida y vuelta

Dificultad: Media-alta (Sin dificultades técnicas, pero se requiere no tener vértigo y llevar paso firme, con precaución de evitar resbalones)

Recorrido: Zona de Acampada-Playa de Taburiente-Mirador de La Fondada-Pinar de 7 Fuentes-Hoyo Verde-Pinar de 7 Fuentes-Mirador de La Fondada-Playa de Taburiente-Zona de Acampada

Acceso: Directamente desde La zona de acampada de La Caldera de Taburiente. Se puede llegar por el PRLP-13, desde el Barranco de Las Angustias, o bien por el mirador de los Brecitos, sin olvidar que para pernoctar en la zona de acampada es necesario solicitar el correspondiente permiso en La Oficina de información del P.N. de La Caldera de Taburiente en El Paso o bien por Internet en la Web del Parque Nacional.

Recomendaciones: Llevar botas de montaña, llevar agua aunque podemos beber en el Hoyo Verde. Los desniveles en algunos tramos son fuertes. En el entorno del Hoyo Verde, hay que tener precaución con la senda y seguir los mojones de piedra. La senda está marcada hasta la Playa de Taburiente, pero una vez abandonamos el PR y tomamos la senda de ascenso veremos sólo algunos carteles de vez en cuando. Después de pasar el río  Taburiente la senda que tomamos se ve sin ningún problema aunque no está marcada. Preguntar antes de iniciar el recorrido en la oficina de la Zona de Acampada las previsiones meteorológicas y el estado de la senda.

Posiblemente esta ruta sea una de las más bellas en las entrañas de La Caldera de Taburiente. Disfrutar del agua cayendo por las rocas y del paisaje que podemos contemplar conforme vamos ganando altitud.

Partimos desde la Zona de Acampada, siguiendo las señales del PRLP-13 en dirección hacia el mirador de Los Brecitos. Descenderemos la senda y en pocos metros, pasaremos por una masa de Sauce Canario (Salix canariensis) en el fondo del barranco. Se trata de uno de los sauzales más importantes de la Región Macaronésica.

Cruzaremos el río por el punto conocido como la Playa de Taburiente, lugar donde podemos disfrutar de un buen baño. Nada más cruzar el río, abandonamos el PR y tomamos la senda, que a nuestra derecha comenzará a ascender poco a poco. Nos iremos acercando al Roque del Huso, con una forma muy apuntada y con la curiosidad de estar coronado por pino canario (Pinus canariensis). Con precaución, pasaremos un pequeño tramo con precipicio a los dos lados pero que está equipado con quitamiedos. Ascendiendo llegaremos a un punto donde con la protección de una barandilla tenemos el mirador de La Fondada.

Se trata de una caída de agua de 150 metros por paredes verticales de gran belleza, que recoge las aguas que bajan desde el Hoyo Verde. Junto a la barandilla podemos ver un ejemplar considerable de pino canario.

Conforme vamos ascendiendo entre el pinar, vamos ganando altitud, hasta llegar a un punto donde veremos un punto que nos muestra el paisaje junto al Barranco de las bombas de agua, divisando también el océano a lo lejos . El pinar es muy denso y es conocido como el pinar de Siete Fuentes.

Ascendiendo unos metros, la senda abandona el pinar y se une a las paredes de roca, casi se puede decir que parece que vaya colgada. Se puede pasar bien y hay mojones de piedra orientativos. A partir de este punto va casi siguiendo la curva de nivel.

Desde estas cotas el paisaje es excepcional, unas de las mejores vistas de la Caldera de Taburiente. Poco a poco, la senda va pegada a la pared y nos lleva a un punto donde vemos el Hoyo Verde. Descendiendo con precaución, llegaremos al lugar por donde baja el agua. Un trago de esa agua fresca siempre viene bien.

Es todo un regalo de la Madre Naturaleza para los sentidos, escuchar el sonido del agua, ver un magnífico paisaje con las rocas acariciadas por las nubes que poco a poco entran en la caldera, las caricias del aire, el agua refrescante…

En este lugar encontré muchas huellas y excrementos de arruí, animal originario del norte de África introducido en el año 1972 en el Parque Nacional con fines cinegéticos, aunque son conocidos los problemas con ciertas especies vegetales endémicas que están en peligro de extinción.

Es frecuente ver a la chova piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax) volando junto a las grande paredes de roca con su graznido característico.