jueves, 27 de octubre de 2011

GARZA REAL. Ardea cinerea.


No hay nada tan emocionante como quedarse observando un ave de estas y ver cómo emprende su vuelo, con movimientos muy elegantes.

Ave de gran tamaño perteneciente a la familia Ardeidae. Es una de las especies más características de los humedales.

Es de color gris claro en general. Las plumas remeras son de un tono más oscuro.  Tiene una longitud de unos 90 cm, siendo la envergadura de sus alas entre 1,75 y 1,95 m.Su cuello, largo. Su pico de tamaño considerable es amarillo y anaranjado.

Suelen volar con las patas extendidas y el largo cuello encogido. Sobre la cabeza lleva un característico penacho de color negro. A veces deambulan por las aguas poco profundas, quedándose inmóviles largo tiempo al acecho.

Se alimenta de peces, anfibios, pequeños mamíferos y otras presas que suele encontrar en el agua.

Habita en aguas continentales, siendo posible encontrarlas en zonas de humedal, zonas de cultivo de arroz, lagunas y riberas de ríos. Presente en casi toda Europa, aunque es frecuente que al llegar el frío vayan en busca de zonas más cálidas.

Suele criar en árboles, aunque ocasionalmente lo pueden hacer sobre juncos o en acantilados. Nidifica de febrero a mayo, haciendo la instalación con ramas gruesas. Realizan una nidada, con 3-5 huevos de color azulado que se incuban unos 25 días . Tras el nacimiento, las crías serán alimentadas por los padres, abandonando el nido a las 7-8 semanas.

Fuentes:
-  Hume, Rob; 2002; Guía de las Aves de Campo de España y Europa; Ed. Omega; Ed. 2006.

domingo, 23 de octubre de 2011

Ludwigia grandiflora.


Hace 11 años que tuve la ocasión de visitar por primera vez el parque natural de la marjal de Pego y Oliva. Fue entonces cuando me llamó la atención esta especie, que había cruzado el charco para quedarse con nosotros. Es una planta invasora que ha invadido diversos ríos y humedales del levante español. La flor es muy llamativa. Es increíble cómo se extiende esta especie invesora sobre el agua a modo de tapiz cubriéndolo todo.

Hace unos días la fotografié  en el barranco de El Carraixet de Alboraya (Valencia). Lleva varios años instalada en el tramo final de este cauce.

Esta especie pertenece a la familia de las Onagráceas. Procede de Sudamérica y se multiplica fácilmente por fragmentos. Florece de junio a octubre.

Parece ser que uno de los motivos de su presencia es la utilización de esta especie como ornamental en estanques. Está extendida por varios países europeos, como Alemania, Holanda, Francia, Suiza y España. Se conoce desde su introducción en Europa en 1823 en Francia, pero ha sido estos últimos años cuando más se ha extendido a nivel invasor.

Sobre los efectos negativos que puede tener, está  la competencia con nuestras especies acuáticas autóctonas. Por otra parte puede haber graves alteraciones de los ecosistemas, no olvidemos que al ser una especie que se extiende sobre el agua, reduce la penetración de la luz.

Desconozco las medidas  que se puedan tomar para su control, pero este es uno de tantos ejemplos cercanos de invasión.


Fuentes:





domingo, 16 de octubre de 2011

CAMINANDO POR LA MOSQUERA – ALMEDÍJAR. Castellón.


Fecha: 12-10-2011
Participantes: Aurora, Teresa, Silvia y Fernando.
Recorrido: pista forestal-masía de La Mosquera-collado-cumbre-bosque de alcornoques centenarios-masía de La Mosquera-pista forestal.
Dificultad: Media
Distancia: 8 km
Tiempo: 2 horas 15 minutos
Recomendaciones: Llevar calzado cómodo de montaña, protector solar y agua.
Acceso: Desde la Autovía Mudéjar, A-23, a la altura de Segorbe tomamos la carretera CV-200 que pasa por Castelnovo en dirección a Almedíjar. Pasado el pueblo  encontraremos el desvío de la Pista forestal de La Mosquera (a la derecha)
También por la N-340, en Nules, tomando la carretera CV-10 que pasa por Villavieja hacia Betxí, tomamos el desvío que nos lleva a Artana, Eslida , pasando  Aín por la CV-223 y luego tomando la CV-200 en Ahín dirección Almedíjar, hasta la pista forestal de La Mosquera (a la izquierda)


Uno de los recorridos más bellos de la Sierra de Espadán, que nos lleva por un magnífico alcornocal. La Masía de la Mosquera estuvo ligada en otros tiempos a la actividad de la extracción del corcho, siendo uno de los puntos más importantes de la sierra para esta actividad.

Comenzamos nuestro recorrido en la carretera entre Almedíjar y Aín. Dejaremos el coche en los inicios de la pista forestal, e iremos caminando hacia la Masía de La Mosquera. A nuestra derecha podemos contemplar un barranco cubierto de densa vegetación en la que es protagonista el alcornoque (Quercus suber). Este barranco recibe el nombre de La Falaguera.

En la Masía de la Mosquera podemos contemplar un edificio que tras su abandono va siendo despojado de sus elementos, y poco a poco va pasando a un edificio en ruinas. Así, en el entorno también veremos unos bancales y restos de antiguos cultivos como almendros y granados.

Seguiremos la pista forestal en sentido ascendente, hasta llegar a un punto donde comienza una senda a nuestra derecha. Esta senda sombreada por alcornoques, nos presenta un desnivel un poco fuerte, hasta que lleguemos a otra senda que tomaremos hacia la izquierda.

Esta otra senda, nos servirá de respiro, ya que más o menos sigue la curva de nivel, y va bordeando la cabecera del barranco de La Falaguera, pasando por un collado. Justo en este collado nos encontraremos con un cruce de caminos, pero nosotros seguiremos recto y en sentido ascendente. 

Seguiremos nuestra senda hasta llegar a una cumbre (La Peña Blanca) de 971 m. de altitud. Desde esta cumbre podemos contemplar bellos paisajes, destacando el mar hacia el noreste.

Desde la cumbre volveremos unos metros hacia atrás para retomar la senda por la que íbamos circulando, y descenderemos por la loma de la montaña hasta encontrar el desvío hacia la izquierda que nos introducirá en el bosque.

La senda desciende en zig-zag por un denso alcornocal, en el cual abundan diversos ejemplares centenarios de considerables dimensiones, tanto en grosor como en altura.

Los árboles son de una belleza  increíble. En sus troncos, veremos las marcas que han ido dejado rastro con el paso de los años en las sucesivas sacas de corcho.

Al final de la senda nos encontraremos con campos abancalados abandonados, que en otro tiempo debieron formar parte del conjunto de la masía. Descenderemos hasta encontrarnos con la masía, para posteriormente volver a nuestro punto de inicio donde habíamos dejado el vehículo.

Aunque en esta zona la vegetación reinante es el alcornoque (Quercus suber), nos encontraremos con otras especies vegetales que lo acompañan, siendo algunas características de este tipo de suelos de areniscas, donde no hay caliza. En contraremos el pino resinero (Pinus pinaster), la carrasca (Quercus ilex subs.. rotundifolia). Entre los arbustos, el brezo (Erica arborea), Aliaga (Ulex parviflora), Jara blanca (Cistus albidus), Jara pringosa (Cistus monspeliensis), Cistus salviaefolius, Calycotome spinosa, Cantueso (Lavandula stoechas)

miércoles, 12 de octubre de 2011

CIRCULAR LOS COCIOLES - LA SIMA - EL PAÚL - MANZANERA. Teruel.


Fecha: 2-10-2011
Participantes: Silvia y Fernando
Recorrido: Manzanera-Fuente del Bombero-Los Cocioles-Corral de Barruntes-La Sima-El Paúl-Manzanera
Distancia: 14,0 Km
Tiempo: 4 horas
Dificultad: Media
Cartografía: Manzanera 28-24 (614)
Acceso: Autovía Mudéjar, salida Manzanera.
Recomendaciones: llevar agua y calzado cómodo de montaña. Se recomienda llevar pantalón largo para evitar los pinchos de las genistas.
Esta ruta es circular y pasa por lugares paisajísticos de gran belleza. Veremos diversas comunidades vegetales como la vegetación de ribera, el carrascal, el sabinar de sabina albar o el pinar. La posibilidad de ver una torca resulta muy interesante en este tipo de suelos karsticos. El barranco de los Cocioles es un lugar lleno de vida, donde abunda la vegetación y el agua ha hecho su trabajo con la erosión. Los diversos corrales del ganado que encontraremos por el camino nos dan una idea de la actividad ganadera, especialmente ovino y caprino. El Paúl es uno de los barrios de Manzanera que estuvieron habitados no hace tantos años. Todavía me acuerdo de cuando quedaban tres vecinos siendo yo pequeño. El Salto de la Novia es un camino interesante por ser un buen reflejo de bosque mediterráneo, donde se funden carrascas, quejigos, arces, sabinas y enebros en la masa arbórea.

En otras ocasiones ya se publicaron dos rutas que coinciden parcialmente con ésta:  PR MANZANERA - SIMA DE EL PAÚL. Teruel y BARRANCODE LOS COCIOLES-MANZANERA. Teruel.

Esta ruta está sin señalizar en muchos tramos. Se recomienda llevar planos topográficos, o mejor utilizar GPS si no se conoce la zona.

Comenzamos la ruta en Manzanera, en el Portal de Arriba. Se trata de una de las entradas a la población que formaban parte de la antigua muralla. Próximo a este punto queda parte de lo que fue el castillo de D. Fernando de Aragón, Duque de Calabria y Señor de Manzanera.

Tomaremos el sendero fluvial que transcurre junto al río. Este sendero es de tierra y va entre pequeños huertos. Aproximadamente en un kilómetro, llegaremos a una zona conocida como el Molino de La Umbría. Cruzando el río llegaremos a la Fuente del Bombero, lugar donde podemos aprovisionarnos de agua.

Sin abandonar la senda fluvial que va junto al río, llega un momento en que hay una variante del camino cruzando el río (si no hay palanca, habrá que mojarse). Justo en este punto es donde nos adentraremos en el cauce del Barranco de Los Cocioles. La senda transcurre entre chopos y no está señalizada con pintura, aunque ocasionalmente veremos mojones de piedras.

Pasaremos por una antigua balsa de riego medio llena de grava y poco después tendremos que saltar unas pequeñas pozas con agua. Se pueden sortear con facilidad y trepar una pequeña pared sin complicaciones.

Seguiremos por la senda hasta llegar a una valla cinegética que servía para cercar el ganado. Iremos junto a ella y cuando lleguemos al cauce del barranco lo cruzaremos, tratando de buscar la senda por la que accederemos pasando entre unos pinos.

Llegará un punto clave donde hay una piedra que cayó hace años desde la montaña. Justo allí estaremos atentos porque la senda se enfila hacia la derecha a través de un pequeño pinar. Este punto es definitivo para evitar meternos por zonas complicadas de difícil acceso. Aunque no está muy bien definida la senda, veremos varios mojones que nos acercarán a la senda original, la cual transcurre próxima a una pared de roca y hacia nuestra izquierda. Este tramo se puede hacer un poco pesado por el desnivel.

Poco a poco iremos tomando altura. El barranco queda a nuestra derecha y la senda va hacia la izquierda por una pequeña vaguada con antiguos bancales de piedra llenos de aliagas (Genista scorpius). Ascenderemos por la senda que en algunos tramos no está bien definida, pero siguiendo el fondo de la vaguada no hay pérdida. Así llegaremos a la Fuente del Avellano, que en momentos como el actual no tiene agua y por ello deberemos llevar reserva suficiente de agua para el camino.

Siguiendo por la orilla de unos campos la senda no se distingue bien, pero llegaremos sin ningún problema al Corral de Barruntes. Dejaremos a nuestra izquierda una pista que desciende por entre carrascas hasta la carretera de Alcotas.

A partir de este punto, iremos bordeando unos campos que ocasionalmente están cultivados de pasto o de cereal sin perder la curva de nivel. 

Cuando se acabe de bordear estos campos, nos encontraremos con la senda que en algunos tramos pasa entre carrascas hasta llegar a un punto en que asciende y pasa por un corral de ganado hacia nuestra izquierda superando un pequeño desnivel. 

Buscaremos como punto de referencia este corral de ganado del cual parte un camino. Desde aquí, siguiendo unos metros la pista de tierra y llegaremos a un punto donde veremos un tramo señalizado. Siguiendo esta pequeña senda ascendiendo ligeramente llegaremos a la Sima.

En realidad no es una sima, se trata de una formación geológica conocida como torca. En este caso la formación no es muy antigua y las paredes son muy verticales. En los suelos calizos las aguas subterráneas diluyen los materiales y generan grandes cavidades en el subsuelo que con el paso del tiempo se hunden.

La cavidad es de grandes dimensiones sobre unos 50 m de diámetro y unos 35 de honda, con paredes verticales. En el interior encontramos un microclima especial que ha permitido el desarrollo de unos ejemplares de Tejo (Taxus baccata) de tamaño considerable.

Desde la Sima, ascenderemos ligeramente hacia la loma de la montaña, desviándonos un poco hacia la izquierda. Veremos abajo El Barrio de El Paúl, perteneciente a Manzanera.

A lo lejos y a nuestra derecha, veremos el bario de Alcotas. Aunque aquí no hemos seguido ningún sendero definido, nuestra referencia en la bajada ha sido un corral de ganado, desde el cual hay alguna senda de ganado que aparece y desaparece hacia la derecha. Descenderemos paralelos a un pequeño barranco de piedra caliza escalonada por la erosión del agua y los hielos. En todo momento iremos próximos a la Cañada real de Aragón, hasta llegar a la carretera de Alcotas.

Una vez cruzamos la carretera, seguiremos por la Cañada Real de Aragón, que está bien definida incluso por muros de piedra en tramos. Llegaremos al lavadero de El Paúl. En este lugar cubierto por el tejado y mantenido por los propietarios de las casas del barrio, disponemos de agua fresca que hay que bombear.

En otros tiempos, el lavadero también disponía por el exterior de abrevadero para el ganado. En muchas piedras de la base exterior del muro encontraremos piedras con marcas muy curiosas, supuestamente realizadas por los canteros que labraros esas piedras. Este lugar es ideal para descansar, beber agua y reponerse.

En unos metros atravesaremos el Barrio de El Paúl y seguiremos por una carretera que va entre sabinas y campos abandonados hasta llevarnos a la carretera de nuevo a la carretera de Alcotas. A partir de aquí no hay pérdida, pues el en muy pocos metros nos desviamos a nuestra derecha y el camino se sigue por la variante del sendero PR-TE-7 marcado en blanco y amarillo, que nos lleva hasta Manzanera. Este tramo se conoce como El Salto de La Novia. El mismo tramo coincide también con el sendero de Gran Recorrido GR.231, Que va desde Jérica hasta Sarrión, marcado en rojo y blanco. Este tramo es de unos 2,8 km.

Tras caminar unos pocos metros por asfalto, tomaremos una senda a nuestra derecha sin abandonar las marcas, que nos llevará hasta Manzanera. Esta senda transcurre por un bello bosque mediterráneo en el que abundan las carrascas (Quercus ilex rotundifolia) y los quejigos (Quercus faginea). En esta ocasión, hemos tenido la suerte de disfrutar de los arces de Montpelier (Acer monspessulanum) vestidos de otoño con su gama de colores que varía del amarillo al rojo, pasando por diversas tonalidades de anaranjado.

Llegará un momento en que cruzaremos la carretera de Alcotas, y seguiremos por la senda que pasa junto a un secadero de jamones. Una vez volvamos de nuevo a la carretera, pasaremos el puente junto a un antiguo molino. Nos daremos de bruces con dos chopos centenarios de grandes dimensiones.

Siguiendo recto, a nuestra izquierda nos encontraremos con el portal de abajo, emblema de manzanera, que nos adentrará en el pueblo por la calle mayor. Callejeando, llegaremos de nuevo a nuestro punto de partida hasta cerrar el recorrido.

martes, 4 de octubre de 2011

PR-CV-329. NAQUERA-EL SALT. Valencia.


Fecha: 26-9-2011
Participantes: Fernando
Distancia: 12,2 km
Tiempo: 2 horas y 45 minutos
Dificultad: Baja
Recorrido: Náquera - Barranc de L´ Arquet - Observatorio del Fenassar - Mirador del Fenassar - Font de l´Or - Penya Roja  - Canteras de El Salt - El Salt - Pi de El Salt - Náquera
Acceso: por A7, Salida Bétera, tomar carretera CV-310 dirección Bétera hasta llegar a Náquera. Una vez dentro del municipio sin entrar hacia el centro de la población, buscaremos la segunda rotonda justo donde comienza el sendero PR-CV-329.

Recomendaciones: Llevar gorra, calzado cómodo de montaña y agua. El único punto de abastecimiento que encontraremos es la Fuente del Oro.

Me alegré cuando vi en parte del recorrido varias cajas nido especiales para murciélagos. Necesitan de nuestro apoyo y protección. Cumplen un papel muy importante controlando las plagas de insectos como los mosquitos.

Comenzamos nuestra ruta del sendero de pequeño recorrido PR-CV-329 en la población valenciana de Náquera. Tomaremos una pista de tierra que nos lleva hacia el Barranco de l´Arquet. Cuando lleguemos a una bifurcación, seguiremos el PR tomando el  camino de la izquierda. Nada más comenzar el recorrido, nos encontraremos con las indicaciones de una senda botánica, mostrándonos las especies vegetales más importantes de la sierra.

Poco a poco el camino va ascendiendo. Pasaremos por una zona de matorral en la que veremos que faltan los árboles adultos. Llegaremos al observatorio del Fenassar. Allí podremos contemplar los devastadores efectos que ha habido en la sierra debido a los incendios forestales, siendo el último y más fuerte de ellos en verano del 2004, que estuvo a punto de llegar a la población.

Es muy fácil de ver cómo en las zonas afectadas se ha actuado correctamente, poniendo los materiales vegetales que quedaron tras el incendio a modo de fajas perpendiculares a la pendiente del terreno, con el fin de reducir la erosión. Por otra parte también se ha actuado con la repoblación de especies forestales.

Es frecuente ver la presencia de coscoja (Quercus coccifera) y jara blanca (Cistus albidus), ya que son especies de sustitución que colonizan el suelo después de un incendio devastador. Muchas de las especies como el palmito (Chamaerops humillia), el lentisco (Pistacia lentiscus), el aladierno (Rhamnus alaternus) o el madroño (Arbutus unedo), han sido capaces de brotar tras el incendio desde la raíz. Es increíble como después de tan brutal suceso, todavía la naturaleza es generosa y permite que se regenere el suelo, y que la fauna poco a poco vuelva de nuevo a recolonizar lo que le pertenece.

Ascendiendo unos metros más llegaremos al mirador del Fenassar, que nos permitirá ver diversos enclaves de La Calderona como La Mola de Segart al Norte, El puntal de Mateu al Este, Rebalsadotes al Suroeste…

Siguiendo por la pista de tierra llegaremos a un cruce de caminos. Si tomamos el de la derecha, descenderemos para llegar a la pista que nos acercará a la Fuente del Oro. Esta fuente es muy conocida por la calidad de sus aguas, pero ha perdido todo el encanto desde que se urbanizó tanto el entorno. Allí hay una caseta desde la cual se gestiona la distribución del agua y se puede repostar agua.

Retrocediendo desde la Fuente del Oro poco menos de 1 km, a nuestra derecha veremos un indicador y una senda que nos lleva a lo alto de la Penya Roja. Saldremos del PR-329, para subir a la Penya Roja. El sendero está muy bien indicado con marcas de color rojo. Pasaremos por la Fonteta, que quedará a nuestra derecha a modo de un pequeño barranco donde hay agua y está llena de juncos. A nuestra izquierda dejaremos una balsa cinegética. Junto a la Penya Roja veremos un mojón que separa los términos municipales de Náquera y Segart.

Cuando llegamos arriba nos encontramos con un cortado de roca, y abajo podemos ver campos de cultivo de cítricos. Hacia el Este veremos Valencia al fondo y hacia en Norte, La Mola de Segart. Un lugar muy interesante, donde se puede observar La Calderona y sus distintas referencias. Este lugar se puede decir que es una muela, con la parte elevada casi plana, lugar desde el cual se divisan unos paisajes muy interesantes.

Curiosamente al  llegar a la cumbre, había varias mariposas con el comportamiento del “Hilltopping”, encontrando a la mariposa de la ruda (Papillo Machaon) y a la mariposa del madroño (Charaxes jasius).

Una vez descendemos, tomaremos la pista de tierra hacia nuestra derecha en sentido ascendente siguiendo las señales del PR. Pasaremos por unas paredes que son parte de las antiguas canteras de piedra que había en las proximidades de El Salt. La senda está muy bien señalizada  y en todo momento siguen apareciendo los carteles indicadores de las especies autóctonas que nos encontramos a nuestro paso.

Entre la vegetación arbórea, predomina el pino carrasco (Pinus halepensis), aunque también nos encontraremos con carrascas (Quercus ilex subs.. rotundifolia), algún alcornoque (Quercus suber), serbales (Sorbus domestica) y también otras especies que son herencia de cultivos abandonados como almendros (Prunus dulcis), higueras (Ficus carica)y olivos (Olea europaea).

Entre los arbustos encontraremos; Madroño (Arbutus unedo), Lentisco (Pistacia lentiscos), Olivilla (Phyllirea angustifolia), Aladiernos (Rhamnus alaternus), Espino negro (Rhamnus lycioides), Jara blanca (Cistus albidus), Jara pringosa (Cistus monspeliensis), Cistus salviaefolius, Cantueso (Lavandula stoechas), Palmito (Chamaerops humillis), Romero (Rosmarinus officinalis), Esparto (Stipa tenacísima), Acebuche (Olea oleaster), Zarzaparrilla (Smilax aspera), Inula viscosa, Bupléurum rigidum, Bupléurum fruticescens, Albaida (Anthyllis cytisioides),…

Llegará un momento en que veremos a nuestra derecha el desvío al Salt. Se trata de un barranco, donde hay un salto que ocasionalmente con las lluvias lleva agua. Podemos ver los caprichos de la naturaleza en las formaciones geológicas que han tenido lugar sobre los materiales de rodeno. 

Desde este punto, retornaremos a la pista de tierra que habíamos abandonado, para pasar junto a unas canteras antiguas y contemplar el Pi del Salt, árbol muy emblemático para todos los amantes de La Calderona.

Desde el Pi del Salt, seguiremos nuestra senda hasta el lugar donde habíamos pasado anteriormente. Pasaremos también junto a una balsa cinegética. Una de las curiosidades del camino, es la del empedrado del suelo en algunos tramos, posiblemente para facilitar el movimiento de los carros de carga pasa sacar la piedra.

Llegados a este punto, tomaremos la pista de tierra que desciende por la umbría hasta la primera bifurcación que vimos a los pocos metros de iniciar la ruta.  En pocos metros, volveremos al lugar donde hemos dejado el vehículo. Este camino goza de una vegetación exuberante, quedando a nuestra derecha el observatorio y el mirador del Fenassar.

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