domingo, 28 de agosto de 2011

AGRICULTURA ECOLOGICA


En contra de lo que podamos pensar, no se trata de algo nuevo. Nuestros ancestros realizaban una agricultura muy diferente de la convencional que tenemos actualmente. Uno de los focos más importantes en nuestra agricultura, se encuentra en el Mediterráneo. Destaca el levante español por sus suelos y los cultivos heredados con las diversas invasiones, primero con Roma y después con la cultura árabe, que llevó a nuestra agricultura a un gran esplendor. Fue especialmente en Valencia, donde se  desarrolló una agricultura con la mayor tecnología y esplendor del momento. Aprovechando la benevolencia del clima mediterráneo, la creación de los sistemas de regadío de esa época perdura hasta nuestros días. Basta con ver la institución del Tribunal de las Aguas de Valencia. Por otra parte, esa época contribuyó a la incorporación de nuevos cultivos como el arroz y los cítricos.

No hace tantas décadas en que todavía se practicaba una agricultura sostenible en muchos casos. Recuerdo cuando mi amiga Elena me comentaba que en el molino de su abuela en un pueblecito de Teruel, no existía la basura, todo se reciclaba. Los restos de comida se utilizaban para la alimentación de los animales (cerdos, gallinas, conejos…), y luego el estiércol se aplicaba a los campos. No se utilizaba plástico. A veces, el único resto que había era una lata de conservas, a la cual le practicaban unos orificios en la base y se reutilizaba como maceta. Lo mismo se solía hacer con otros útiles de hogar viejos como cántaros desportillados y cerradas de metal perforadas…

La agricultura ecológica utiliza a la naturaleza sin romper el ciclo biológico. Ello implica mimar la tierra y establecer una relación de equilibrio entre ser humano y naturaleza.

Entre los años 60 y los 90, se produjo la revolución verde. Su intención era aumentar las producciones y obtener mayores beneficios. Todo esto se consiguió con al desarrollo de la utilización de abonos obtenidos por procesos síntesis, y con la utilización de fitosanitarios. Aunque los objetivos se cumplen, hay que considerar que muchas de las materias primas tienen una existencia limitada al igual que los combustibles fósiles. (No hablemos de biocombustibles, ya que es un extenso tema para tratar con sus pros y contras ).

 La peor parte, ha sido la generación de grandes desequilibrios en el mercado, que en muchos casos ha provocado excedentes, mientras en otras zonas del planeta hay gente muriendo de hambre, por lo que podemos ver que ese problema no se ha solucionado. El producir más no ha solucionado el problema del hambre, y además está contribuyendo a destruir el medio natural. Por otra parte, muchos de los suelos han perdido su fertilidad. En monocultivo también ha sido una de las causas que ha contribuido al empobrecimiento del suelo y el desarrollo de nuevas plagas. No debemos olvidar la cantidad de desastres ecológicos que se han producido con la fabricación de fitosanitarios. También se han contaminado grandes extensiones y muchos acuíferos. Bastaría detenernos actualmente en los cultivos de soja en Argentina y Uruguay. Desconocemos todavía los problemas que pueden ocasionar los productos transgénicos.

La agricultura ecológica, no pretende en ningún momento volver a la prehistoria, sino utilizar la tecnología y todo el material genético que nos pueden aportar las variedades locales, muchas de ellas tristemente desaparecidas al entrar en cultivo nuevas variedades, especialmente híbridos y transgénicos.

Entre las ventajas más interesantes a considerar, nos vamos e encontrar con:
-         Alimentos de máxima calidad nutritiva, sanitaria y organoléptica
-         Tiene que ser rentable y al mismo tiempo sostenible
-         Trabajar de forma integrada con los ecosistemas
-         Mantener y aumentar la fertilidad del suelo
-         Mantener la diversidad genética utilizando las variedades locales.
-         El compostaje de materia orgánica nos ayudará a aportar nutrientes al suelo. (No olvidemos el gran problema que está suponiendo la basura, sobretodo la procedente de los grandes núcleos urbanos).
-         Uso racional del agua de riego

Aunque parece que nos resistimos a verlo, estos últimos años se está produciendo una demanda de productos ecológicos que se percibe en el aumento de las superficies de cultivo ecológico. Están cambiando los hábitos de consumo y necesitamos respetar el medio ambiente.

Hay que respetar los ciclos naturales sin agotar los suelos. Para ello nos ayudamos de la rotación de cultivos. Nunca pondremos otro cultivo seguido de la misma familia en el mismo suelo.
Los setos y especies autóctonos son un importante reservorio de fauna auxiliar que nos ayuda a mantener en equilibrio las plagas. Un suelo cuidado y fértil, es un suelo lleno de vida, en el que hay lombrices que generan humus y otros animalitos que se alimentan de larvas de posibles agentes perjudiciales, evitando que se conviertan el plaga.

Se puede utilizar productos de origen natural que no afecten al posterior consumo ni al medio ambiente. En muchos casos hasta nos puede resultar interesante la asociación de cultivos. Con las variedades autóctonas tendremos menos problemas de plagas. Es muy conocido el uso de diversas aromáticas para evitar ciertas plagas en el cultivo en cuestión Albahaca, caléndulas, orégano…). También en el mercado hay diversos productos que se pueden utilizar en agricultura ecológica como “pelets” elaborados a partir de estiércoles naturales y otros materiales compostados previamente.

Todo esto se traduce en la obtención de alimentos sanos, aromáticos y sabrosos.

Se dispone de cierta legislación para garantizar que un producto se ha producido ecológicamente. Estos productos llevan un control y un etiquetado que lo hace identificable para el consumidor.

Por otra parte, no está de menos, considerar la importancia de los pequeños huertos familiares. En estos casos, no se cultiva con interés comercial, pero sí tenemos que cultivar para nosotros mismos. También está la posibilidad de compostar la propia basura orgánica. No se necesita mucha superficie para un huerto familiar. Es una experiencia que nos pone en contacto con el medio natural. (No olvidemos que se están perdiendo muchas técnicas y conocimientos interesantes con cada agricultor de avanzada edad que fallece…), Sería muy interesante recopilar toda la información posible sobre conocimientos agrarios, así como todas las variedades posibles para tenerlas al menos a nuestra disposición en bancos de semillas y bancos de germoplasma.

La opción ideal en muchos casos es la de comprar a productores locales cercanos a nosotros. Muchos de ellos preparan cajas con las verduras que hay en cada temporada. Es una forma de que les quede un mayor beneficio para sacar un sueldo. Comprando cerca, evitaremos que esos productos tengan que venir desde muy lejos, con el consecuente gasto y contaminación que genera el transporte. Debemos ir eliminando los tópicos de que es imposible. A veces es falta de conocimiento, y también nos asustamos por los precios desorbitados de los productos ecológicos que nos ofrecen en las grandes superficies de alimentación o en centros especializados, con lo cual creemos que es un privilegio para los ricos.

Ahora más que nunca es necesaria una divulgación, y despertar el interés de la población. Es muy difícil cambiar los hábitos de consumo, pero sí es posible comenzar probando con uno mismo. Hay experiencias incipientes a muy diversos niveles, tanto a nivel de grandes empresas como particulares que están empezando a cultivar sus verduras en pequeños huertos que están ofertando ciertos municipios. A pesar de los comentarios que se puedan oír, es mucha la tierra abandonada debido a diversas causas, unas veces por falta de rentabilidad, otras por el éxodo rural que comenzó en los 50 , así como las estructura minifundista en ciertas zonas. Cabe la posibilidad de que en un futuro estas tierras vuelvan a ser cultivadas de nuevo.

Con estas palabras, simplemente pretendo divulgar la agricultura ecológica y dar a conocer unas pinceladas sobre algunos conceptos que nos pueden ayudar a despertar el interés de cualquier persona.

Enlaces de interés:






8 comentarios:

trotasendas dijo...

Muy interesante Fernando ojalá todos los agricultores pensaran así. Entonces las cosas sabrían a lo que son y no como ahora que a veces compras frutas y verduras insípidas.
Saludos

Fernando J. Feliu dijo...

¡Hola José Ramón!
La verdad es que cada vez hay más y la superficie de cultivo ecológico en nuestro país va en aumento. También hay empresas que aunque no hacen agricultura ecológica en sentido estricto, cada vez se acercan más a obtener productos con residuos cero.

Un saludo.

Javier G. Pérez dijo...

Esto Fernando, no irá con segundas...,bueno, bueno, menudo huertazo ejemplar que presentas, y no como otros...
Qué razón tienes sobre aquellos tiempos recordados de tu amiga Elena, antes se aprovechaba todo aunque quizá cabría pensar si se hacía por convicción o simple ajuste por necesidad. En aquellos tiempos apenas se tiraba nada, todo era reutilizable.
Por otra parte, en los huertos se eliminaban las hierbas con la azada y ahora, hay productos para todo, con tal de no agachar el riñón. Las acequias también se limpiaban con hoz y la hierba de ofrecía a los animales.
Muy interesante entrada de excelentes y naturales productos de huertas como la naturaleza manda.

Saludos.

Teté M. Jorge dijo...

Quando o homem se der realmente conta de que na natureza nada se cria, nada se perde, tudo se transforma, se aproveita... a fome poderia diminuir... ou a miséria esvaecer...
Estupenda entrada, Fernando. Um prazer admirar as imagens de uma horta tão bonita e suculenta.
Um beijo muito carinhoso.

Fernando J. Feliu dijo...

¡Hola Javier!, se trata de un huerto que tengo compartido con unos amigos y por el momento estamos realizando todo a golpe de azada y escarda manual.
En esta experiencia no hemos tenido problemas de plagas por ahora, probablemente el campo abandonado del vecino, es un buen reservorio de fauna auxiliar. Por otra parte, el anterior cultivador no entraba nunca el tractor.
De momento no tenemos suficiente compost y estamos utilizando un abono orgánico granulado. Tampoco pretendemos hacer más cantidad.
Espero que poco a poco se anime más gente.

Un saludo y muchas gracias por participar con tus comentarios.



¡Hola Teca!
Como tú dices en una agricultura ecológica, todo se transforma y nada permanece, se cumple la ley de la naturaleza, pero para ello el ser humano a de utilizar el suelo con mimo y respeto.

Un beso.

Carola dijo...

Fernando,
tienes un huerto hermoso! he leído tu blog enterito, visto las fotos hermosas que tienes y toda la info mepareció my interesante.
Seguiré leyendo. Y que sigan las buenas cosechas!

saludos

Carola

José Fidel Rosillo Martínez dijo...

En su jubilación, una de las aficiones de mi padre es la de cultivar un pequeño huerto al estilo tradicional, por lo que tenemos la suerte de disfrutarlo.
Es una satisfacción que aún queden generaciones que mantengan vivas las mejores tradiciones y además las transmitan a sus hijos.

Saludos.

Fernando J. Feliu dijo...

¡Hola José fidel!
Es una suerte que puedas participar del huerto de tu padre, seguro que para él supone una actividad y un aliciente en su vida diaria.
No sé yo qué ocurrirá cuando la generación NINI llegue a jubilarse, espero que siempre quede alguien con el mismo interés, tanto en la agricultura del huerto familiar como en la agricultura profesional e intente seguir la agricultura ecológica.

Un saludo.

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