miércoles, 12 de octubre de 2011

CIRCULAR LOS COCIOLES - LA SIMA - EL PAÚL - MANZANERA. Teruel.


Fecha: 2-10-2011
Participantes: Silvia y Fernando
Recorrido: Manzanera-Fuente del Bombero-Los Cocioles-Corral de Barruntes-La Sima-El Paúl-Manzanera
Distancia: 14,0 Km
Tiempo: 4 horas
Dificultad: Media
Cartografía: Manzanera 28-24 (614)
Acceso: Autovía Mudéjar, salida Manzanera.
Recomendaciones: llevar agua y calzado cómodo de montaña. Se recomienda llevar pantalón largo para evitar los pinchos de las genistas.
Esta ruta es circular y pasa por lugares paisajísticos de gran belleza. Veremos diversas comunidades vegetales como la vegetación de ribera, el carrascal, el sabinar de sabina albar o el pinar. La posibilidad de ver una torca resulta muy interesante en este tipo de suelos karsticos. El barranco de los Cocioles es un lugar lleno de vida, donde abunda la vegetación y el agua ha hecho su trabajo con la erosión. Los diversos corrales del ganado que encontraremos por el camino nos dan una idea de la actividad ganadera, especialmente ovino y caprino. El Paúl es uno de los barrios de Manzanera que estuvieron habitados no hace tantos años. Todavía me acuerdo de cuando quedaban tres vecinos siendo yo pequeño. El Salto de la Novia es un camino interesante por ser un buen reflejo de bosque mediterráneo, donde se funden carrascas, quejigos, arces, sabinas y enebros en la masa arbórea.

En otras ocasiones ya se publicaron dos rutas que coinciden parcialmente con ésta:  PR MANZANERA - SIMA DE EL PAÚL. Teruel y BARRANCODE LOS COCIOLES-MANZANERA. Teruel.

Esta ruta está sin señalizar en muchos tramos. Se recomienda llevar planos topográficos, o mejor utilizar GPS si no se conoce la zona.

Comenzamos la ruta en Manzanera, en el Portal de Arriba. Se trata de una de las entradas a la población que formaban parte de la antigua muralla. Próximo a este punto queda parte de lo que fue el castillo de D. Fernando de Aragón, Duque de Calabria y Señor de Manzanera.

Tomaremos el sendero fluvial que transcurre junto al río. Este sendero es de tierra y va entre pequeños huertos. Aproximadamente en un kilómetro, llegaremos a una zona conocida como el Molino de La Umbría. Cruzando el río llegaremos a la Fuente del Bombero, lugar donde podemos aprovisionarnos de agua.

Sin abandonar la senda fluvial que va junto al río, llega un momento en que hay una variante del camino cruzando el río (si no hay palanca, habrá que mojarse). Justo en este punto es donde nos adentraremos en el cauce del Barranco de Los Cocioles. La senda transcurre entre chopos y no está señalizada con pintura, aunque ocasionalmente veremos mojones de piedras.

Pasaremos por una antigua balsa de riego medio llena de grava y poco después tendremos que saltar unas pequeñas pozas con agua. Se pueden sortear con facilidad y trepar una pequeña pared sin complicaciones.

Seguiremos por la senda hasta llegar a una valla cinegética que servía para cercar el ganado. Iremos junto a ella y cuando lleguemos al cauce del barranco lo cruzaremos, tratando de buscar la senda por la que accederemos pasando entre unos pinos.

Llegará un punto clave donde hay una piedra que cayó hace años desde la montaña. Justo allí estaremos atentos porque la senda se enfila hacia la derecha a través de un pequeño pinar. Este punto es definitivo para evitar meternos por zonas complicadas de difícil acceso. Aunque no está muy bien definida la senda, veremos varios mojones que nos acercarán a la senda original, la cual transcurre próxima a una pared de roca y hacia nuestra izquierda. Este tramo se puede hacer un poco pesado por el desnivel.

Poco a poco iremos tomando altura. El barranco queda a nuestra derecha y la senda va hacia la izquierda por una pequeña vaguada con antiguos bancales de piedra llenos de aliagas (Genista scorpius). Ascenderemos por la senda que en algunos tramos no está bien definida, pero siguiendo el fondo de la vaguada no hay pérdida. Así llegaremos a la Fuente del Avellano, que en momentos como el actual no tiene agua y por ello deberemos llevar reserva suficiente de agua para el camino.

Siguiendo por la orilla de unos campos la senda no se distingue bien, pero llegaremos sin ningún problema al Corral de Barruntes. Dejaremos a nuestra izquierda una pista que desciende por entre carrascas hasta la carretera de Alcotas.

A partir de este punto, iremos bordeando unos campos que ocasionalmente están cultivados de pasto o de cereal sin perder la curva de nivel. 

Cuando se acabe de bordear estos campos, nos encontraremos con la senda que en algunos tramos pasa entre carrascas hasta llegar a un punto en que asciende y pasa por un corral de ganado hacia nuestra izquierda superando un pequeño desnivel. 

Buscaremos como punto de referencia este corral de ganado del cual parte un camino. Desde aquí, siguiendo unos metros la pista de tierra y llegaremos a un punto donde veremos un tramo señalizado. Siguiendo esta pequeña senda ascendiendo ligeramente llegaremos a la Sima.

En realidad no es una sima, se trata de una formación geológica conocida como torca. En este caso la formación no es muy antigua y las paredes son muy verticales. En los suelos calizos las aguas subterráneas diluyen los materiales y generan grandes cavidades en el subsuelo que con el paso del tiempo se hunden.

La cavidad es de grandes dimensiones sobre unos 50 m de diámetro y unos 35 de honda, con paredes verticales. En el interior encontramos un microclima especial que ha permitido el desarrollo de unos ejemplares de Tejo (Taxus baccata) de tamaño considerable.

Desde la Sima, ascenderemos ligeramente hacia la loma de la montaña, desviándonos un poco hacia la izquierda. Veremos abajo El Barrio de El Paúl, perteneciente a Manzanera.

A lo lejos y a nuestra derecha, veremos el bario de Alcotas. Aunque aquí no hemos seguido ningún sendero definido, nuestra referencia en la bajada ha sido un corral de ganado, desde el cual hay alguna senda de ganado que aparece y desaparece hacia la derecha. Descenderemos paralelos a un pequeño barranco de piedra caliza escalonada por la erosión del agua y los hielos. En todo momento iremos próximos a la Cañada real de Aragón, hasta llegar a la carretera de Alcotas.

Una vez cruzamos la carretera, seguiremos por la Cañada Real de Aragón, que está bien definida incluso por muros de piedra en tramos. Llegaremos al lavadero de El Paúl. En este lugar cubierto por el tejado y mantenido por los propietarios de las casas del barrio, disponemos de agua fresca que hay que bombear.

En otros tiempos, el lavadero también disponía por el exterior de abrevadero para el ganado. En muchas piedras de la base exterior del muro encontraremos piedras con marcas muy curiosas, supuestamente realizadas por los canteros que labraros esas piedras. Este lugar es ideal para descansar, beber agua y reponerse.

En unos metros atravesaremos el Barrio de El Paúl y seguiremos por una carretera que va entre sabinas y campos abandonados hasta llevarnos a la carretera de nuevo a la carretera de Alcotas. A partir de aquí no hay pérdida, pues el en muy pocos metros nos desviamos a nuestra derecha y el camino se sigue por la variante del sendero PR-TE-7 marcado en blanco y amarillo, que nos lleva hasta Manzanera. Este tramo se conoce como El Salto de La Novia. El mismo tramo coincide también con el sendero de Gran Recorrido GR.231, Que va desde Jérica hasta Sarrión, marcado en rojo y blanco. Este tramo es de unos 2,8 km.

Tras caminar unos pocos metros por asfalto, tomaremos una senda a nuestra derecha sin abandonar las marcas, que nos llevará hasta Manzanera. Esta senda transcurre por un bello bosque mediterráneo en el que abundan las carrascas (Quercus ilex rotundifolia) y los quejigos (Quercus faginea). En esta ocasión, hemos tenido la suerte de disfrutar de los arces de Montpelier (Acer monspessulanum) vestidos de otoño con su gama de colores que varía del amarillo al rojo, pasando por diversas tonalidades de anaranjado.

Llegará un momento en que cruzaremos la carretera de Alcotas, y seguiremos por la senda que pasa junto a un secadero de jamones. Una vez volvamos de nuevo a la carretera, pasaremos el puente junto a un antiguo molino. Nos daremos de bruces con dos chopos centenarios de grandes dimensiones.

Siguiendo recto, a nuestra izquierda nos encontraremos con el portal de abajo, emblema de manzanera, que nos adentrará en el pueblo por la calle mayor. Callejeando, llegaremos de nuevo a nuestro punto de partida hasta cerrar el recorrido.

10 comentarios:

Gallipato Alcublano dijo...

Estupendo reportaje y esplendidas fotos. Gracias.

BIDARI dijo...

Aunque yo por mi parte no he podido ver la fotos por alguna extraña razon, ha debido de ser una gran ruta, sobretodo con los cambios de colores de este otoño. Ademas hoy hemos estado cerca, hemos empalmado el calderon con el javalambre desde camarena de la sierra. saludo

Fernando J. Feliu dijo...

¡Hola Gallipato alcublano!
Gracias por vuestros comentarios.

Un saludo.


¡Hola Bidari!
Seguro que la zona te gustaría,espero que puedas ver las fotos pronto. Toda la Sierra de Javalambre tiene muchos paisajes diferentes y microclimas que la hacen maravillosa.(El barranco de los Cocioles se puede descender con rapel, pero desde más arriba).

Un saludo.

trotasendas dijo...

Hola Fernando esa sima es una pasada simplemente espectacular!!!! supongo que la única manera de bajarla es rapelando ¿no?. En general la ruta tiene una pinta estupenda gracias por enseñarnos estos rincones de Teruel. Tu si que eres un maestro Turolense..
Saludos

Jose dijo...

Hola Fernando
Que pasada de sima!!! y que colorido nos enseña el otoño.

Os entraría el hambre al pasar por el secadero de jamones,uff que olorcita!!! jajaja...

Un saludo
Jose
TROTASENDES BENICALAP

Fernando J. Feliu dijo...

¡Hola Trotasendas!
Recuerda que aunque le dicen la sima, se trata de una torca, lo que ocurre es que está en muy buen estado. Las paredes son totalmente verticales y se puede bajar rapelando, pero hay que ir con extremo cuidado porque es piedra caliza de la que está muy suelta. Si tienes intención de rapelar, la parte alta del Barranco de los cocioles está equipada y es más segura.

Un saludo.



¡Hola Jose!
Es el momento de disfrutar del otoño, aunque por lo que veo las horas centrales del día son veraniegas. Seguro que si te acercas por la zona disfrutas.

Un saludo.

Javier G. Pérez dijo...

Los arces de Montpelier y los álamos en otoño son dos de los árboles que más me impresionan en mis paseos durante la citada estación. Ya tengo ganas de acudir a mi pueblo y disfrutar de los chopos cabeceros centenarios que ahora espero que los encuentre en todo su esplendor otoñal, al igual que los arces, que aquí hay bonitos ejemplares.
Todas las rutas donde se alternan bosques con calizas, son paisajes alucinantes para descubrir.

Saludos.

Fernando J. Feliu dijo...

¡Hola Javier!
Como muy bien dices estas especies son las que nos hacen disfrutar de la estación otoñal. Espero que tengas tiempo para disfrutar de los chopos cabeceros de tu pueblo.

Un saludo.

Teté M. Jorge dijo...

É um enorme prazer ler-te e acompanhar detalhadamente essa rota belíssima que vocês fizeram. Um passeio agradável e reconfortante... enquanto o tempo aqui não melhora para eu sair e ver a natureza, eu desfruto das postagens dos amigos.
Obrigada por compartilhar...
Bom fim de semana.
Beijo carinhoso.

Fernando J. Feliu dijo...

¡Hola Teca!
Me alegra de que en la distancia seas capaz de percibir un agradable paseo por la montaña.

Besos.

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